Junio de 2005 - Año no. 3 - Edición no. 14

 

 

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¿El pueblo cubano está preparado para un cambio político?
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Globalización y neoliberalismo: señuelos de la modernidad para los países subdesarrollados.
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ECONOMÍA

 

Globalización y neoliberalismo: señuelos de la modernidad para los países subdesarrollados
 

Javier Cervantes Mejía
Universidad Autónoma del Estado de México
javier_cervantes_mejia@hotmail.com

 

 

INTRODUCCIÓN

Es muy habitual que en nuestro léxico existan palabras que pronunciamos sin saber casi nada de su significado, por lo tanto ignoramos la esencia que las contiene, ya sea que hablen de ideas o prácticas que nos afectan de una manera directa. El ejemplo claro que veo para desarrollar este trabajo es la ignorancia que tenemos en torno a los conceptos de globalización y neoliberalismo, cuando su esencia ha llevado a una gran parte de la población a vivir en un estado deplorable y a una escasa minoría a detentar un gran poder político y monetario.

GLOBALIZACIÓN Y NEOLIBERALISMO: SEÑUELOS DE MODERNIDAD PARA LOS PAÍSES SUBDESARROLLADOS

En realidad el término de globalización posee una vida muy breve y ha sido utilizado a raíz de la necesidad de enunciar las cada vez más estrechas relaciones entre los países, tanto en el ámbito económico, social y político. Si pudiéramos situarla en el tiempo, esta idea de un mundo globalizado vendría dándose desde finales del siglo XX y su auge a principios del XXI. De ahí que a muchos todavía nos dejen pensando cuando nos preguntan su significado.

Si quisiéramos enunciar un acontecimiento histórico que permita reconocer el nacimiento de este sistema, podríamos hablar que surge a la par con el neoliberalismo, pues éste es su principal herramienta con la cual tiene el acceso a los países. Entonces, tendríamos que hablar que su génesis proviene de la desaparición del mundo bipolar (Estados Unidos versus la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) y la búsqueda de relacionarse ahora mediante la diplomacia comercial. El paradigma histórico que evidencia este contexto histórico es, sin duda, la caída del muro de Berlín en el año de 1989.

También habría que hacer mención de que para nuestro país este término como ideología a seguir (encumbrarnos al desarrollo económico mediante la alianza internacional) surgió con énfasis en 1994, con la creencia de que al integrarnos al Tratado de Libre Comercio con EU y Canadá, tendríamos un paso seguro a la modernización y, por ende, a la globalización (entonces vista como una panacea). Se supone que nuestro país se fortalecería económicamente y que, a la postre, pronto estaríamos formando fila con los países desarrollados. Paradójicamente, ese mismo año es cuando más se analiza si en verdad podría operar México dentro de la globalización conociendo su situación económica, gracias a que el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) hizo evidente que este país cuenta con un atraso muy severo con el cual es difícil competir comercialmente con otros países.

Para citar un concepto y tener en mente cuáles son las principales características de esta ideología recurriré al tan satanizado (en las "élites" universitarias) diccionario Encarta, tan sólo para tener una base teórica en que sustentar tal vocablo, después incluiré algunas opiniones y aportaciones de autores especialistas en el tema. Así pues, globalización hace referencia a la descripción de:

(...)la realidad inmediata como una sociedad planetaria, más allá de fronteras, barreras arancelarias, diferencias étnicas, credos religiosos, ideologías políticas y condiciones socio-económicas o culturales. Surge como consecuencia de la internacionalización cada vez más acentuada de los procesos económicos, los conflictos sociales y los fenómenos político-culturales.

En sus inicios, el concepto de globalización se ha venido utilizando para describir los cambios en las economías nacionales, cada vez más integradas en sistemas sociales abiertos e interdependientes, sujetas a los efectos de la libertad de los mercados, las fluctuaciones monetarias y los movimientos especulativos de capital. Los ámbitos de la realidad en los que mejor se refleja la globalización son la economía, la innovación tecnológica y el ocio.

La globalización surge, pues, de la necesidad que existe de interactuar con otros países, gracias al aumento masivo de la tecnología, visto en la tecnificación de las comunicaciones, así como en la propuesta de comerciar libremente en los mercados, apoyados en ese ente económico llamado neoliberalismo, lo cual podría indicar un buen argumento para decir sí a la globalización, pues no podríamos estar aislados en estos tiempos que corren; sin embargo esta interacción no sólo es en un sentido benéfico, o sea para estrechar relaciones, buscar nuevos patrones de conviviencia o comerciar libremente, sino que dentro de su ejecución existen intereses más destinados a beneficios particulares o de particulares que al mejoramiento de la calidad de vida de la mayoría; es decir, del colectivo. Para esto, esbozaré algunas razones de por qué la globalización es inconveniente a la sociedad, la cual contiene ideas individualistas como su principal motor y, en ese tenor, buscar la respuesta a la insistencia de los capitalistas por hacerle propaganda y de los globalifóbicos por erradicarla, cuando ven en ella al proyecto de un sistema represor.

En este sentido, William Robinson expone que:

(...)la globalización económica tiene su contrapartida en la formación transnacional de clases y en la emergencia de un estado transnacional que ha venido a existir para funcionar como la autoridad colectiva para la clase global gobernante. (...)en la actualidad, la globalización del proceso de producción está unificando al mundo en un solo modo de producción y en un solo sistema global y está llevando a cabo la integración orgánica de diferentes países y regiones en la economía global (...). Se registra una subordinación de la lógica de la geografía a la lógica de la producción y este proceso que no tiene precedentes históricos, (...)nos obliga a reconsiderar la geografía y las políticas del estado-nación.

Que se supone con esto, si no que, dentro de esta supuesta globalización, para interactuar mejor con el vecino no haya más que un plan bien definido de estandarización de los procesos internacionales; es decir, que aquellos que poseen los medios de producción o, bien, el capital para invertir o comprar sin impedimentos hagan de la sociedad un grupo al que sólo le toca consumir lo que ellos les ofrezcan, para eso es necesario que haya un libre comercio en los países donde los productos de las potencias vayan poco a poco acabando con el mercado y productos internos y así hacerlos dependientes a ellos. Tomando en cuenta esto, no se puede decir más que la globalización es un sistema político-económico que no tiene más fin que hacer más fuertes los monopolios comerciales y seguir instaurando el sistema capitalista. Por esta razón, podríamos ver a la globalización como algo perjudicial para nosotros, principalmente como integrantes de los países subdesarrollados.

Otra característica más que se puede visualizar en el contenido de la globalización y que supone un elemento nocivo para el desarrollo de nuestro país y de las naciones aunadas a ella, las cuales se considerarían incompetentes, ante la poca infraestructura que tienen, es lo que Ulrich Beck expone cuando habla de que la:

(...)simultaneidad de la integración transnacional y la desintegración nacional, (...)van desapareciendo los países "puros"; esto implica la disolución de los últimos espacios locales y nacionales autónomos. (...) las corporaciones transnacionales tienen especial interés por los estados débiles. Porque a pesar de ello siguen siendo estados; casual o intencionadamente, los actores del mercado mundial producen  una presión coordinada sobre todos los estados miembros o dependientes de ellos para que neutralicen todo lo que pueda impedir, retrasar o limitar la libertad de movimiento del capital.

En esta conceptuación podemos encontrar uno de los problemas fundamentales de la apertura no sólo económica o política, sino también de la cultural, pues es evidente que si lo que se necesita es que exista una sociedad estandarizada, hay primero que aplicarles nuevas formas ideológicas o imponiéndoles modas justificándose en que aquel que no esté a la "vanguardia" globalizadora nunca saldrá de sus atraso. De ahí que se vea en las raíces históricas de un país un factor que impida la cohesión al pensamiento occidental y se quiera exterminar la historia a como de lugar (si se necesita un ejemplo nada más veamos lo que pretende imponer la Secretaría de Educación Pública para 2005 en los planes de secundaria: fuera historia antigua de México e historia universal de civilizaciones milenarias). Los indígenas, en este sentido, son vistos como el único obstáculo para hacer de nuestra sociedad un mega maniquí a los intereses de los capitalistas, por eso se les reprime, encarcela o mata. Y para estandarizar a la demás sociedad sólo basta con malformarlos intelectualmente para evitar la conciencia y aumentar la ignorancia, con el fin de evitar protestas e inconformidades.

Para solidificar más esta idea citaré algunas palabras del análisis que ha hecho Guillermo Gutiérrez, antropólogo y director del  Instituto Cordillerano de Estudios y Promoción Humana (ICEPH), Argentina, donde explica que:

(...)los Estados nacionales se van subordinando al Estado transnacional, en tanto sus gobernantes restringen su capacidad de decisión al control social interno, en escenarios territoriales claramente delimitados. (...)Se trata de hegemonizar, y también de homogeneizar. (...)constituido más allá de los Estados nacionales, trascendiendo las sociedades locales, utilizando a los gobiernos de los países formales como delegados en enclaves productivos o de extracción de recursos, este bloque dominante transnacional construye en ese proceso a su propio antagonista, que son las masas excluidas.

Antaño, la principal forma con la que los países desarrollados se adueñaban de la infraestructura de un país, del cual necesitaban obtener sus recursos, era mediante el uso de las tácticas militares, visualizadas en los golpes de Estado. Buscaban que dentro de los gobiernos de los países subdesarrollados se instalara un régimen dictatorial que obedeciera a los intereses extranjeros y reprimiera a su población interna, con la intención de generar riquezas que nunca giraban en torno del país explotado. En estos tiempos, con la globalización y con su brazo económico, el neoliberalismo, podemos notar cómo mediante la economía es posible dominar a un país, incluso sin la necesidad de tener un títere militar en el poder, lo único que necesitan para neo colonizar un país es promover la apertura del mercado y la imposición de una cultura universal que haga como lo afirma Gutiérrez que se "hegemonice y homogenice" a la sociedad.

Es evidente, pues, que la globalización pretende encumbrar nuevamente al capitalismo, el cual se ha venido desgastando luego de que se han visto las consecuencias de su operación: Argentina sería la muestra más significativa de cómo un país puede quedar minado económicamente gracias al régimen capitalista y cómo no por estar incluido dentro del mundo globalizado su situación ha mejorado; se podría decir más bien que está secuestrado por este sistema que no le deja crecer al interior con tan profusas importaciones y alojamiento de empresas transnacionales. En este espejo bien deberíamos reflejarnos; sin embargo, poco se ha hecho al respecto de favorecer nuestro sistema económico nacional y se da prioridad a la inversión extranjera.

Se decía anteriormente cómo la globalización tiene entre sus principios destructores el terminar con la identidad de una nación y que esta acción le trae beneficios inimaginables, pues quien no conoce su pasado está destinado a sufrir su presente. De acuerdo a esto hay que mencionar entonces que otra de sus herramientas de "trabajo" es el monopolio de los medios de comunicación, en especial lo referente a la televisión y los satélites. Los ejemplos son varios, ya que a cada momento vemos en comerciales, programas y documentales los "beneficios" que ha traído el abrir nuestras expectativas hacia el exterior (y vaya que en esto estoy de acuerdo), pero siempre buscan darnos el lado blanco de este sistema omitiendo las consecuencias negativas como pudiera ser el crecimiento de la pobreza y la solidificación de la dependencia de los países a la potencia económica, ya sea EU, en nuestro caso, y la Unión Europea (UE), en el caso del viejo continente.

El uso, en este sentido, de los medios para crear la propaganda necesaria para este sistema traen a la mente analogías un poco forzadas; pero que hacen reflexionar. Recordemos, pues, que la Alemania nazi fue el primer Estado que se sirvió de la propaganda (Joseph Goebbels como su principal ideólogo y ejecutor) para controlar a las masas, algo similar instituyó el régimen italiano de Benito Mussolini. Así pues, cuando en las protestas de los globalifóbicos se observan pancartas con el desprecio a la esvática, rememorando en Bush o en Aznar a Hitler y expresando que los monopolios económicos son fascistas no es tan descabellado como se piensa. Afortunadamente, y como contrapunto, tenemos la internet, los libros y alguno que otro diario donde podemos encontrar las dos caras de la moneda para así analizar los beneficios y lagunas que puede traer consigo la globalización.

En esto de la identidad nacional y su deterioro a partir de la globalización me pareció significativo un texto chileno, el cual pareciera que está describiendo lo que acontece en México. Jorge Larrain, autor de este análisis, explica que:

En Chile algunos sectores piensan que la globalización, especialmente en su dimensión cultural, está amenazando la chilenidad, nuestra identidad nacional. Los síntomas de esta amenaza están en todos lados. El campo chileno, sometido a dura modernización, ha dejado de ser el principal centro proveedor de trabajo y de cultura que era antes y por lo tanto los valores rurales tienden a desaparecer; muy poca gente ya asiste a los rodeos y fiestas típicas campesinas.

(...)Otros síntomas serían que la música chilena se oye cada vez menos e incluso en las ramadas diciocheras (sic), donde la cueca y las tonadas resurgen temporalmente, la gente pareciera preferir bailes extranjeros como los corridos, las cumbias, el tango y la salsa. La observación participante de ramadas en Constitución, el 19 de Septiembre de 1997, concluía que "la música que existía en las ramadas y kioscos correspondía principalmente a cumbias, corridos mexicanos y sólo ocasionalmente a cuecas. Pero más allá de esto, entre la juventud surgen cada vez con mayor fuerza grupos rockeros, raperos y punk que imitan no sólo la música sino también las vestimentas y modos de moverse y actuar de sus originales europeos. Los símbolos patrios han ido perdiendo fuerza: cada vez menos habitantes se molestan en poner banderas chilenas durante las fiestas patrias. Los hábitos alimentarios también han ido cambiando sometidos al bombardeo sistemático de pizzas y hamburguesas americanas, de restaurantes franceses o italianos que van lentamente desplazando los tradicionales platos chilenos.

  Cuando se acude a la comparación de estas características entre unos países (principalmente los latinoamericanos, siendo los afectados directos) y otros se hace evidente que en realidad la globalización sí ha afectado ya de una manera irreversible las costumbres y tradiciones originales de nuestras culturas, por lo que la única opción consistiría en evitar que estos valores se destruyan y mejor se les diera la importancia que merecen, no importando si estamos inmersos en un mundo globalizado.

Otra conceptuación que además de brindarnos una opinión expone un alternativa contra este sistema, podemos encontrarla en los textos realizados por el subcomandante insurgente Marcos, quien al ser vocero de los neo zapatistas chiapanecos y como los principales promotores de la lucha contra el neoliberalismo en esta última década, no podía hacer falta. El extracto corresponde a un artículo que realice a partir del análisis de un texto realizado por el subcomandante como ponencia para el foro En defensa de la Humanidad llevado a cabo los días 24 y 25 de octubre de 2003, en el Polyforum Cultural Siqueiros, Ciudad de México. En él se cuenta la opinión de un singular personaje que ha creado Marcos llamado Durito y que nos es más que un escarabajo que, según el subcomandante, busca conquistar la justicia y la equidad en el mundo. Bueno, para Durito, entonces la globalización es:

(...)la mundialización de las partes del mundo"; pero tal se da en dos formas: una que es la mundialización del dinero, o sea, la que llevan a cabo los capitalistas y otra es la que lleva a cabo el pueblo mediante la resistencia ante ese poder económico que, como bien se sabe, sólo rinde cuentas a unos cuantos. En esa primer forma, la mundialización del dinero, la esencia que la promueve está sujeta a que aquellos que "son mucho muy ricos ya no están contentos de ser ricos explotadores en un país, o sea que en su pueblo, sino que ya quieren más dinero y se meten en otros países para ganar más dinero(...). Y entonces el dinero se mete en otro país y no respeta ese país por la culpa de la globalización del dinero, que no respeta a los países y a la gente. O sea que cada país es como un globo que se revienta y se le sale todo lo que lo hacía especial, o sea como su costumbre, su palabra, su cultura, su economía, su política, su gente, su modo pues".

En este tenor, Don Durito también explica que siendo que el dinero sólo busca el beneficio particular no le importa saber a quiénes tiene que llevarse en su camino siempre y cuando se obtenga lo que se quiere. Así es entendible entonces que los países que son invadidos por la fuerza económica sean vistos como un producto más y no como un lugar donde convergen individuos con una cultura, valores y tradiciones específicos. Dice Durito que un país invadido por la globalización del dinero deja de ser "una casa donde vive la gente de ese país, [ahora] es una tiendita donde se venden y se compran cosas y gente. Porque en la globalización el dinero pone tiendas donde antes había países. Y entonces, como el país ya no es un país sino que es una tienda, pues la gente ya no es gente, sino que sólo son compradores o vendedores".

Como puede notarse, la globalización llevada a cabo mediante el canon de explotación y marginación de la mayoría de la población no puede seguir operando porque esta situación dista mucho de la búsqueda de un mejor mundo, más igualitario, con las mismas oportunidades. Resulta, por el contrario, que ha traído más depresión económica y más protesta social, no en vano se han dado tantas marchas en protesta de este régimen universal (como ejemplo sólo basta lo hecho en España). Siempre ha sido un problema que en el discurso se planteen utopías de mejoramiento y en la práctica se busque la ecuación neodarwiniana de el hombre más apto es el que tiene los medios financieros para explotar y beneficiarse de otros. De seguir este sistema pronto se verá rebasado por una confrontación con la población marginada y de ser así habría demasiados conflictos, se instituiría la violencia y no se lograría nada.

Ahora bien, a pesar de que ya vivimos un nuevo milenio, las perspectivas de vida del ser humano parecen venir decreciendo de una manera excesiva. La razón lejos de pertenecer a un escrito apocalíptico o, bien, al discurso de un astrólogo charlatán, obedecen ni más ni menos que al sistema despótico e inequitativo que rige las economías de la mayoría de los países integrantes de este mundo en destrucción: el neoliberalismo.

Encontrar un concepto que aglutine todas las formas de pensar que se tienen sobre este tipo de corriente económica resulta difícil e incluso hasta extenuante; no obstante, encontré una definición que a mi parecer no entra mucho en términos técnicos o económicos y desarrolla algunas de sus características. Así pues, para Luis de Sebastián el neoliberalismo es:

(...)más que un cuerpo de doctrinas es un estilo de conducción económica que tiene por norte el lucro privado en todos los campos de la economía y la sociedad.

(...)Entiendo el neoliberalismo como una manera de pensar y actuar sobre la organización de la economía nacional e internacional, que, basándose en los principios de la economía neoclásica e impulsada por las actuaciones políticas de la señora Thatcher y el presidente Reagan, se ha extendido entre los intelectuales, políticos y gobernantes en los últimos veinte años como una forma de pensamiento único e insustituible.

(...)El neoliberalismo no es un cuerpo de doctrinas homogéneo*, con tesis bien establecidas ya aceptadas por todos los que se confiesan neoliberales. El neoliberalismo implica más bien una tendencia intelectual y política a primar, es decir, estimar más y fomentar preferentemente, las actuaciones económicas de los agentes individuales, personas y empresas privadas, sobre las acciones de la sociedad organizada en grupos informales (pensionistas), formales (asociaciones de consumidores, sindicatos), en asociaciones políticas (partidos) y gobiernos.

Sin duda, hablar sobre este sistema económico en gran parte del globo remite a pensar en desigualdad social. Es evidente que sólo tendrán espacio dentro de este sistema los capitalistas, los consumidores pudientes y los explotados; esto si en verdad puede la naturaleza seguir tolerando su destrucción, lo que llevaría a la sociedad a vivir dentro de un verdadero manicomio.

Hay que observar solamente lo que un buque petrolero pudo hacer por la extinción de la fauna marina. Pues sí, el Desprestige es, sin duda, uno de los ejemplos más desastrosos con los que se puede observar la poca importancia que los capitalistas tienen por brindar seguridad pública. O en verdad les importará lo que esto pueda repercutir en las costas gallegas para la gente que las habita. Se escuchaba por ahí (principalmente en los noticieros televisivos a finales de 2002) que dentro de los "misterios" que contiene este mundo era desentrañar el por qué un grupo de ballenas llevaba a cabo un suicidio colectivo, si no pertenecían a ninguna secta apocalíptica ni nada por el estilo, entonces dejaban en el aire esta pregunta como si la hubiera descrito el mismo Maussan o Walter Mercado. No obstante, nunca se llevó a cabo algún análisis que hablara sobre las consecuencias de la marea negra para la fauna marina y, por consiguiente, para la salud humana (recuérdese que el buquecito llevaba alrededor de 55 mil toneladas de combustible), sin duda pronto se olvidará, gracias a los capitalistas, ese 19 de noviembre de 2002.

Ahora bien, si observamos a nuestra América Latina llena de desgracias, se puede decir que el sistema poco cambia, pues su práctica refleja a miles de personas que tienen que buscar la vida incluso en los basureros por la escasez de alimentos, a pesar de que la naturaleza aún puede proveer de alimento a todos los que habitamos esta pseudo vida (no hay que olvidar a los argentinos). Se ve también un serio panorama para las personas letradas que ofertan su fuerza de trabajo como cualquier obrero o jornalero (sin menospreciar, claro, estas actividades), de nada valen ahora los títulos, diplomas y reconocimientos, en esta selva humana opera la ley darwiniana (se recuerda el ejemplo gastado de los taxistas intelectuales); la mayoría de la gente busca su supervivencia en los negocios ilegales y no me refiero al narcotráfico, sino al ambulantaje que se realiza con el fin de conseguir el sustento de su familia, sufriendo, en cambio, la persecución y el encarcelamiento. Otros tantos se dedican al asalto -y lo peor al secuestro- para obtener lo que nunca van a poder lograr con el trabajo; entre otras muchas consecuencias del famoso neoliberalismo.

El escritor de izquierda, Eduardo Galeano, expone los indicios de esta catástrofe bajo el arma letal del neoliberalismo, la cual sienta sus bases en el mercado:

La economía comete atentados que no salen en los diarios: cada minuto mata de hambre a 12 niños. En la organización terrorista del mundo, que el poder militar custodia, hay millones de hambrientos crónicos y 600 millones de gordos.

(...)En Argentina, un concurso de televisión ofrece cada día, el premio más codiciado: un empleo. Las colas son larguísimas. El programa elige los candidatos, y el público vota. Consigue trabajo el que más lagrimas derrama y más lagrimas arranca. Sony Pictures está vendiendo la exitosa formula en todo el mundo.

¿Qué empleo? El que venga. ¿Por cuánto? Por lo que sea y como sea. La desesperación de los que temen perderlo, obligan a aceptar lo inaceptable. En todo el mundo se impone ‘el modelo Wal-Mart’. La empresa número uno de Estados Unidos prohíbe los sindicatos y estira los horarios sin pagar horas extras. El mercado exporta su lucrativo ejemplo. Cuanto más dolidos están los países, más fácil resulta convertir el derecho laboral en papel mojado.

Obsérvese aquí que lo más dramático de la situación por la que está pasando América Latina es, sin duda, tan sádica como pudieron haber sido los campos de concentración de Auschwitz-Birkenau o Dachau durante el régimen nazi, los cuales eran expertos en humillación. No obstante, que lo más valioso que el ser humano posee, lejos de cualquier creencia o dogma, es, sin duda, el tener sentimientos (y no estoy hablando de cursilerías); ahora, dentro de éstos se encuentra uno que nos permite ir por la vida con la frente en alto, éste se llama dignidad y es uno de los principales enemigos del sistema neoliberal que busca erradicar extinguiéndolo de los seres humanos mediante la represión económica.

El sistema neoliberal ha creado un monstruo de civilización que vive feliz con los programas televisivos que le permiten ver la miseria de sus semejantes: los Big Brother, los programas de concurso, los programas que inducen a hacer llamadas por teléfono para tener la esperanza de tener una fortuna en dinero, etcétera. Otra consecuencia de este sistema es, claro está, la simultánea pérdida de valores "humanos" en lo que todavía nos preciamos por llamar sociedad. Hablar, en la actualidad, de honestidad, responsabilidad, caballerosidad, equidad, amistad o, incluso, amor resulta un chiste.

El neoliberalismo no sólo ha creado una de las peores crisis estructurales en todos los aspectos, amenaza la identidad latinoamericana. Pretende también cerrar un proceso de neocolonización de doscientos años, desembocándolo en una integración subordinada y neocolonial definitiva, ya sea con EU, ya sea con la UE.

En América Latina se han podido observar dos crisis que mantienen pendiente a una buena parte de intelectuales de Latinoamérica y de Europa: el régimen chavista en Venezuela y la crisis argentina que se busca erradicar. En el primer caso, se puede notar la fría y calculadora mano de los EU para derrocar un gobierno que no se ajusta a sus necesidades. En Venezuela se reconoció un paro nacional (del 2 de diciembre de 2002 al 2 de febrero de 2003) que terminó por minar los bolsillos de la sociedad, 63 días bastaron para hacernos entender que la mano neoliberal representada por el imperio económico estadounidense, puede afectar seriamente a un país. Argentina todavía está sumergida en su recuperación.

Por lo tanto, no hay que obviar, como es en el caso de Venezuela, que EU está viendo la manera de hacerse dueño o, bien, colonizador de los países latinoamericanos que poseen petróleo, pues, en primer lugar, el energético ya escasea y se necesita proveer de él para no sufrir la desaparición del mismo dentro de su país y originar un conflicto social interno y, en segundo lugar, está el hecho de que lo necesitan para llevar a cabo su política implacable de guerra. De ahí que Iraq, lugar provisto de pozos de crudo, haya sido parte fundamental de un ataque perpetrado en base a mentiras para adueñárselo y servirse de sus recursos hasta que encuentren otro país, al cual colonizar y gozar de combustible por una temporada más.

En esto de Iraq cabría detenerse un momento y analizar lo que alguna vez el historiador estadounidense Howard Zinn exponía sobre las mentiras de EU para crear guerras y beneficiarse:

Si revisamos la historia de las guerras éstas comienzan siempre con el engaño. Se requiere del engaño porque si le dijeran al pueblo la verdad no aceptaría la guerra. (...) [Como ejemplos bastan que en] la Primera Guerra Mundial el alegato era que los alemanes habían hundido una nave desarmada, un barco de pasajeros, el Lusitania, y muchos estadunidenses habían muerto. Bueno, luego resultó que el Lusitania traía una carga de municiones. No era simplemente un barco de pasajeros, era un navío de guerra. (...)La gente aprende. La esperanza es que la gente no tenga miedo de decir lo que piensa, que se difunda la información, que haya mítines, manifestaciones y sesiones informativas, que mediante la red electrónica se difundan los hechos por todo el país: que como resultado de este aprendizaje de lo que realmente ocurre en el mundo, y al conocerse la verdad en torno a la política exterior estadunidense, al reflexionar sobre el terrorismo en forma sería y no sólo superficialmente, podamos ser un público que comience a exigir cambios en la posición estadunidense ante el mundo.

El conflicto bélico que los EU realizaron contra Iraq no es más que otra de sus famosas mentiras para llevar a cabo la sujeción o colonización de este país y verse beneficiado con su crudo. El "móvil" fue que Iraq estaba armado nuclear y químicamente y por esta razón el mayor policía del mundo pretendió liberar a la humanidad de satán Hussein y de ese peligro latente llamado árabes, por lo tanto fue necesaria una guerra "preventiva". ¿Una guerra preventiva?, pues sí, vaya que como civilización hemos llegado lejos; pero de los límites del absurdo, de cuándo acá se previenen conflictos con conflictos. Esto no es más que una de las políticas que Bush ha querido instaurar en la parte del mundo que domina.

Como sociedad deberíamos preguntarnos si en verdad son necesarios los conflictos bélicos o mejor todavía si quisiéramos sentir alguna vez lo que significa una guerra y más como son ahora: tecnológicas, recordemos que ahora las guerras se dan mediante armas inteligentes, tú apuntas, esperas y das en el blanco exacto. Qué peleas aquellas de la Edad Media ¿no? Hasta el rey asistía al combate y todo, ahora ni esperanzas de que Baby Bush vaya a la guerra (si dicen que hasta desertó de su servicio militar). En realidad, deberíamos estar conscientes de que los únicos que sufren las guerras son como siempre las mujeres, los niños, los ancianos y demás personas inocentes, las cuales muchas veces ni están enteradas de la verdadera esencia de los conflictos, sino que incluso hasta se dejan llevar por la propaganda bélica y hasta se manifiestan a favor de hacer la guerra y combatir por su país. Dolió de verdad cómo la mayoría de la población estadounidense sucumbió ante la propaganda bélica de Bush después del 11 de septiembre de 2001, muy tarde se han dado cuenta que así como en las Torres gemelas del World Trade Center también en Afganistán e Iraq han muerto seres inocentes.

CONCLUSIONES

El neoliberalismo en nuestros días presenta ya no fisuras, sino agujeros severos que atentan contra los derechos humanos, con este sistema poco o nada interesa el "futuro", solamente interesa la completa explotación humana y natural que se haga en el presente para augurar un jugoso futuro a unos cuantos que de por sí ya se regodean en su dinero. Es posible que de seguir bajo estos lineamientos podamos notar sin espantarnos de las verdaderas bajezas a las que puede llegar la sociedad, algo así como regresar a la era cavernícola, pero con nuestras palm, internet y demás caprichos del consumo. Lo seguro es que lejos de evolucionar estamos en una decadencia que originará el infierno en la tierra. Lo importante aquí sería revisar nuevamente algunos lineamientos socialistas y ponerlos a operar para su análisis práctico.

Ahora bien, hay que dejar entendido que globalizarse o, mejor dicho, entrar en la globalización constituye una necesidad para nuestro tiempo, ya que nadie puede vivir aislado, con las ideas y opiniones generadas en su propio país, ya sea esto por beneficio político, intelectual o cultural resulta magnifico interactuar con otros países. Incluso sería benéfico en el sentido económico, lo que hay que promover es solamente la consolidación de un mercado interno, ¿cómo? Brindando oportunidades en cuanto a baja tributación de impuestos (como ocurre con las transnacionales), brindando créditos monetarios y ajustando la banca (nacionalizándola). Ejerciendo también nuestro derecho al libremercadeo, ya que EU bloquea muchos productos mexicanos, justificándose en que son de mala calidad, hacer esto mismo con él (recordemos el problema de la gripe de pollo y el virus de las vacas locas en las carnes rojas). Si se empieza por estas pequeñas; pero a la vez titánicas tareas es muy probable que México vea en la globalización un sistema de beneficio retroactivo; en cambio, de seguir en este contexto, la globalización no será sino la apertura de la fosa, en la cual está destinado nuestro país a morir.

FUENTES

"Globalización", Enciclopedia Microsoft® Encarta® 2000. ©1993-1999 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

Beck, Ulrich, ¿Qué es la globalización?, Paidos, Barcelona,1998.

Cervantes, Javier, "La enseñanza didáctica de Durito" en Semanario el manifiesto, no. 174, 5-noviembre-2003.

Galeano,Eduardo, "Manicomio" en La Jornada, 14-diciembre-2002.

Gutiérrez, Guillerrmo, "Bombardeos globalizadores y cultura", Portal Latinoamericano en Globalización, 2001, alojado en la dirección electrónica: http://www.globalizacion.org/articulos/GutierrezBodCultura.htm

Larrain, Jorge, "Identidad chilena y globalización", Portal Latinoamericano en Globalización, 2001, alojado en la página web: http://www.globalizacion.org/articulos/LarrainIdentidadChile.htm

Robinson, William I, "La globalización capitalista y la transnacionalización del Estado" en Revista Web Mensual de Economía, Sociedad y Cultura. Agosto 2000, alojada en http://www.globalizacion.org/articulos/GutierrezBodCultura.htm

SEBASTIÁN, Luis de, Neoliberalismo global. Apuntes críticos de economía internacional, Editorial Trotta, España, 1997, 148 pág.

Zinn, Howard, "Guerra y engaño" en La Jornada, 04-noviembre-2001.

 

Otros ensayos del área económica

 

    La eventual conformación "peligrosa" de la Corte Constitucional colombiana. (Ed. no. 12; dic-2004.

 

    De la polaridad a la globalización neoliberal (Ed. no. 10; ago-2004)

 

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Actualizado el: 26 de noviembre de 2005

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