APUNTES DE LA HISTORIA DE
SOMETIMIENTO DE COLOMBIA
Miguel
Ángel Cirilo Pérez
Estudiante de 9º sem de economía -Universidad del Atlántico.
Colombia. (24 años)
El comienzo de la historia económica de
Colombia, y en sí de Latinoamérica, no ha sido ventajoso con
respecto a los demás economías, aunque podría decirse que según las
etapas del desarrollo económico en su momento sí lo fue; el
crecimiento de las relaciones económicas a través del tiempo ha
dejado al descubierto las diferencias en cuanto a las desventajas
que en estas economías se produjeron, en la medida que estas
trataban de acomodarse al creciente desarrollo e industrialización
del viejo mundo.
Si observamos en la actualidad las condiciones en las cuales se
encuentran nuestras economías, puede notarse claramente que la
experiencia del pasado no ha servido de mucho, y aun así, si
tratamos de notar los cambios que a través del tiempo debieron
darse, que ya sea para bien o para mal condujeron al descubrimiento
y la conquista de América, las condiciones de sometimiento y
seudo-dominación no se han limitado. Si hacemos un análisis
político- económico que de verdad comprometa cada variable
influyente en el pasado, puede afirmarse con certeza que la historia
económica de Latinoamericana no ha comenzado aún al menos no nuestra
propia historia económica.
Comencemos con un breve repaso de la colonia -en sentido general,
debido que mi argumento consiste en que aun estamos bajo una
dominación colonial-. Esta etapa además de dejar devastación y
saqueos económicos, también trajo consigo el mermamiento de nuestras
culturas vernáculas, de la cuales hoy no podemos hablar con gran
fluidez. La colonia española es el gran comienzo del sometimiento de
nuestra economía, el cual consistió en la explotación de los
recursos naturales y humanos, hasta reducirlos a su mínima
expresión. Si dejamos de un lado un poco el tema político,
históricamente no hemos cambiado el régimen imperialista impuesto
hace unos siglos atrás; este régimen cuyo objetivo principal
consiste en la dominación económica y política, continuó en la época
o etapa semicolonial inglesa (Prebish, Teoría de la dependencia),
en la cual se presentan los primeros créditos con el mundo
industrializado inglés para financiar las guerras de “independencia”
y además se consolida el mercantilismo y el libre cambio,
condiciones fundamentales en el sostenimiento del aparato
imperialista. Luego de la instalación de estos requisitos, empieza
la invasión comercial de mercancías y bienes manufacturados que
provocan el primer gran problema que es el estancamiento y atraso de
la industria local, permitiendo así el desarrollo y crecimiento de
las economías mas avanzadas, mientras que del otro lado el
decrecimiento y subdesarrollo de la capacidad productiva.
La evidencia histórica deja ver que la única alternativa o medida
mediante la cual en aquellos años logramos un pequeño auge o
crecimiento, se dio durante las guerras mundiales. En este periodo
el mundo tomó el modelo proteccionista sobre todo en Colombia y
Latinoamérica, durante muchos años este fue el modelo que en su
debido momento nos aseguro al menos el crecimiento de nuestras
industrias, el desarrollo del Estado, la producción de bienes y
servicios etc.…
Este modelo además de permitirnos darnos un respiro en materia
económica, aunque no política porque aun estábamos o estamos a
merced de las exigencias y condiciones de países metropolitanos,
también este modelo pudo polarizar un poco, y durante un periodo, la
creciente división mundial del trabajo, cuyo objetivo es
supeditarnos hacia ciertas esferas de la producción, limitando así
la capacidad productiva de cada país.
Actualmente no podemos en realidad decir muchas cosas diferentes
acerca del tema, puesto que como dije anteriormente nuestra propia
historia económica aún no ha comenzado, pero en este caso según el
análisis histórico de lo que ha sido la situación en Colombia y
Latinoamérica, en este momento es necesario observar las condiciones
macroeconómicas de los países. Estas pueden mostrar un horizonte
económico de hacia donde va la economía de nuestro país.
En materia comercial es importante señalar la reciente negociación,
que para efectos globalizadores en este caso se hace necesaria pero
no indispensable, ¿qué significa el término en resumidas cuentas?,
es la generalización del sistema capitalista en el mundo. Según lo
dicho anteriormente se empiezan a dar o a rectificar una vez más las
condiciones por las cuales empezó el atraso de las economías
latinoamericanas, aunque en el periodo actual es llamado de otro
modo, es el típico mercantilismo y librecambismo, solo que para este
caso sería la llamada etapa neocolonial norteamericana. Pero antes
de limitarse a un discurso populista, quizás debemos hacer algunas
connotaciones acerca del tema: en primer lugar, el asunto de interés
en el caso del ALCA serían principalmente los productos agrícolas;
para este sector de la negociación es necesario recordar que estos
productos están sobre ofrecidos en el mercado mundial, que para el
caso colombiano de ninguna manera goza de la infraestructura
agrícola y la creciente inversión que tradicionalmente requiere, y
aún mas, el apoyo del Estado es casi nulo; sería un engaño decir que
esta es una gran oportunidad. En segunda medida competir con el
resto del mundo en materia agrícola significaría la pérdida de la
producción interna de estos productos, y el empeoramiento de la
balanza comercial. Supongamos que así no fuese el caso, y que en su
lugar se tuviese la posibilidad de exportar: en este caso sería
bueno preguntarse ¿dónde está la gran demanda para productos
sobreofrecidos, y en otros casos, sometidos a cuotas de importación,
estándares de calidad y barreras fitosanitarias? Bajo estas
condiciones las dificultades que ya conocemos como miseria,
desempleo y atraso aumentarían. Los defensores de estas
negociaciones afirman que es una gran oportunidad, pero como ejemplo
podemos citar el caso del café, que fue en su bonanza un producto
agrícola que reunía todas las condiciones para tener gran éxito en
el mercado exterior (calidad, apoyo del estado, gran demanda etc.),
lo que demuestra que estamos frente a una guerra de precios, y si
bajo ésta, que sí representaba una gran oportunidad, no se dio un
gran éxito comercial que podemos decir acerca de la condiciones
actuales por las cuales atraviesa nuestra agricultura.
Por otro lado la globalización de la economía no solo busca el libre
transito de productos agrícolas, mercancías y demás, sino también
que permite la entrada de capitales y esta a su vez la
desestabilización de las tasas de cambio y creación de ilusiones
monetarias, convirtiéndose este como claro factor de dominación de
precios internacionales. El capital especulativo no tiene ningún
efecto sobre las condiciones que generan bienestar, como el
desempleo, la producción etc. Además, actualmente se transa mucho
más capital especulativo que capital industrial. Para el caso actual
de Colombia año 2004, la apertura económica ha generado algunos
fenómenos en la tasa de cambio, esto debido a la entrada
incontrolada de capitales y además de la gran demanda de divisa que
producen las importaciones de bienes y servicios, permitiendo de
este modo la reevaluación y dejando mucho menos ganancias a las
pequeñas exportaciones que aun podemos realizar; esto sin aun firmar
el TLC.
La apreciación de la moneda además de permitir masiva importación y
por supuesto conocemos los efectos que esto causa, el monto de
inversión no puede detenerse debido a que el país ha crecido al
4.6%; es difícil decirle de esta manera no a la entrada de
capitales. Puede presumirse que esta apreciación podría ser de
manera permanente y además infrenable por las altas tasas de interés
que se manejan internamente y que hacen mas atractivo la llegada de
estos capitales y por supuesto al grado de confianza bajo que
mantienen los agentes internos que prefieren mantener sus activos en
otra clase menos líquidos.
Este breve análisis histórico nos proporciona una idea de hacia
dónde se dirige la economía, o quizás no hacia dónde va, sino la
tendencia constante de sometimiento.
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