Diciembre de 2002 - Año No. 1 - Edición No. 2 |
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Economía |
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EL NEOLIBERALISMO. Ideología política como propuesta económica. | ||
Por: Oswaldo Ramírez Colina. Venezuela. El Estado es público; su función sería crear condiciones para que funcione el mercado y velar porque no se alteren. Su finalidad es velar por el bien común, no realizarlo. Ese bien lo realizan los ciudadanos a través de las organizaciones económicas en la concurrencia del mercado. ANTECEDENTESEs
tan legítimo afirmar hoy que el liberalismo es la ola del futuro como
lo era hace un par de décadas decirlo del socialismo. De hecho, bajo
formas benignas o malignas, el socialismo prevaleció en el mundo hasta
bien entrados los años Setenta. Luego, vino la desilusión. ¿No podría
ocurrir algo similar con el Neoliberalismo? Todo buen liberal tendría
que preguntárselo. La
preocupación surge al recordar que en el siglo XIX hubo también una
oleada de libertad. No existe latinoamericano que no pueda señalar
alguna etapa, larga por lo general, cuando su país funcionó bajo el
amparo de una constitución liberal, nuestro país, no es excepción. A
América latina no le iba mal con el primer liberalismo que acogió en
el siglo XIX. Pero un día lo abandonó. Lo aplicaba. Lo aprovechaba.
Nunca creyó del todo en él. En una hora de prueba, cuando estalló la
crisis económica de 1929, retrocedimos hacia la zona autoritaria de los
golpes militares, hacia la zona regresiva del paternalismo económico. "Los
valores de los latinoamericanos, ¿son ahora liberales? ¿O tomaremos
otra vez el camino liberal por curiosidad, por frivolidad, por ofuscación?...Cuando
venga el liberalismo, no nos dará nada. Nos invitará, sí, a
arriesgarlo todo. Recibirlo como una solución que cae, como el maná,
de arriba y de afuera". El
Neoliberalismo se origina en el período posterior a la Segunda Guerra
Mundial, éste, es heredero de las teorías neoclásicas de finales del
siglo XIX; pero es en los años setenta cuando comienza su auge a nivel
internacional al iniciarse la crisis en la teoría Keynesiana, que no
pudo encontrar respuestas a diferentes problemas que han angustiado al
mundo en las últimas décadas. Entre
sus principales exponentes tenemos: En
Europa Occidental: los economistas Ludwig Von Mises, Wilhem Roepke y
Frederik Von Hayek; los filósofos Karl Popper y Raymond Aron y el
periodista Jean Francois Revel. En
Estados Unidos: los economistas Milton Friedman, Paul Samuelson y Jefri
Sachs. En
América Latina: el periodista Carlos Rangel, el economista Luis Pazos. EL
NEOLIBERALISMO COMO IDEOLOGÍA El
modo más sutil que puede arbitrar una ideología para imponerse y
perdurar es proclamar la muerte de las ideologías y mostrarse bajo otro
semblante, por ejemplo, la ciencia. Es lo que sucedió por casi un siglo
con el positivismo. La ciencia positiva hace las veces de la política,
la filosofía y la teología, y siempre como evidencia apodíctica y
sagrada. Y así, disentir razonablemente de una hipótesis científica,
pasa a ser un sacrilegio y una rebelión; y el que se atreve a tanto no
merece el honor de una respuesta científica sino la marginación
condescendiente o brutal: ha perdido la contemporaneidad y no tiene
sentido dirigirle la palabra. Eso
pasa hoy con el Neoliberalismo. Es un modo de practicar la economía política
que está alcanzando vigencia planetaria. Pero el que esta práctica
haya logrado imponerse no significa la convalidación de sus postulados;
sólo atestigua la contundencia de los medios (tanto políticos como
económicos). El
postulado principal del Neoliberalismo es que la competencia pone a
funcionar hasta el tope las energías latentes en los individuos que
conforman el todo social, y así la extrema movilidad que se genera,
tras una etapa dolorosa de ajustes, provoca una sociedad de bienestar.
Para que este postulado se realice, el Estado no puede sobreproteger al
pueblo: el populismo o la planificación central mantienen al pueblo en
perpetua minoridad; al atrofiarle la iniciativa y la responsabilidad lo
mantienen no sólo improductivo para la sociedad sino débil y carente
de valor a sus propios ojos. "El
liberalismo económico defiende el mercado como instrumento productivo:
para asignar los recursos escasos de la sociedad a sus usos o empleos
alternativos a través de los precios libre, porque se respeta de ésta
manera las prioridades de la gente en esas asignaciones, y no se imponen
las de los elencos políticos y burocracia. Como
los precios (libres) de los productos finales son espejo en el cual los
criterios de valorización de la gente se reflejan de manera directa e
inmediata, el liberalismo económico defiende también en principio al
mercado como instrumento distributivo del producto social; porque es
menos imperfecto que los instrumentos estatales. También sus criterios
de distribución reflejan - aunque indirectamente - las preferencias,
valorizaciones y prioridades de la gente: los precios de los bienes y
servicios finales determinan los precios de los factores - entre ellos
el trabajo -; y estos a su vez determinan sus ingresos, que constituyen
la vía de distribución del mercado. Los instrumentos estatales de
distribución del ingreso en cambio se prestan - no siempre
inevitablemente - a diferentes formas de distorsión y corrupción.
Entre ellas, la de ser distribuidos o negados en función de criterios
discriminatorios". Igual que la nación tiene que salir al mercado del mundo, el pueblo debe salir también al mercado nacional pagando los servicios y el consumo en su valor real y sometiéndose todos al mercado de trabajo. Tampoco el Estado puede sobreprotegerse a sí mismo y entrar en el mercado como si fuera una corporación privada. El Estado es público; su función sería crear condiciones para que funcione el mercado y velar porque no se alteren. Su finalidad es velar por el bien común, no realizarlo. Ese bien lo realizan los ciudadanos a través de las organizaciones económicas en la concurrencia del mercado. EL
NEOLIBERALISMO COMO PROPUESTA ECONÓMICA
El
Neoliberalismo es una doctrina filosófica que tiene ramificaciones en
todos los campos de las ciencias sociales. Los neoliberales se dedican a
ensalzar la competencia capitalista, afirmando que el mecanismo de esta
última garantiza automáticamente las mejores condiciones para la
evolución de las fuerzas productivas. "Una
peculiaridad del Neoliberalismo es que combina la exaltación de la
libre competencia y de la restauración automática del equilibrio con
el reconocimiento de la necesidad de la intromisión del Estado en la
economía. Lo peculiar de esta argumentación reside en que la defensa
de la intervención del Estado en la economía se presenta como una
lucha por la libre competencia". La
argumentación del Neoliberalismo es que la libre competencia es el
estado ideal de la economía, pero no siempre puede ponerse en vigor,
porque los monopolios la contrarrestan. Esta reacción puede ser
superada y la libre competencia puede ser restablecida tan sólo
aplicando una serie de medidas de política económica. La
teoría de los neoliberales se basa, en forma enmascarada, en la idea
del papel decisivo del Estado en la economía, es decir, el rol del
Estado debe ser el de promover la libre competencia. |
CARACTERÍSTICAS
DEL NEOLIBERALISMO ECONÓMICO
Según
el escritor venezolano Fernando Salas Falcón: Defienden
un mercado altamente competitivo. Aceptan
la intervención del Estado en la economía, como arbitro o promovedor
de la libre competencia. Se
oponen al acaparamiento y a la especulación. Se
oponen a la formación de monopolios y oligopolios Se
oponen a la fijación compulsiva de salarios por el Estado. Rechazan
la regulación de precios por el Estado, ya que deben fijarse en base a
la relación oferta/demanda. Se
oponen a la creación compulsiva de empleo. Se
oponen al gasto público burocrático. Defienden
el libre comercio internacional. Defienden
la libertad de contratación del trabajo y la libre movilidad de los
factores de producción. EL NEOLIBERALISMO COMO PROPUESTA ANTROPOLÓGICA Detrás
del objetivo de la sociedad de bienestar hay una propuesta antropológica
que está siendo internalizada en los ambientes ganados por el
Neoliberalismo. En términos éticos suena así: "lo moralmente
bueno, lo que debe procurarse como bien para sí mismo y para la
sociedad es producir (aumentar la productividad, cualificarse, rendir al
máximo de las posibilidades), consumir (comprar las marcas más
prestigiosas, exigir calidad, acceder según las preferencias a lo que
se propone como deseable) y exigir los propios derechos Lo demás
debe dejarse a los que gerencian la sociedad (el Estado, los Medios de
Comunicación Social...). Es completamente disfuncional para la
sociedad y desestabiliza y frustra a la persona el que se preocupe del
todo social, de la suerte de los pobres. En todo caso, si a alguien le
inquieta esto, que se deje de elucubrar o pretender; que deje, pues, lo
que se llama política, y que se meta pues a cualquier asociación benéfica,
privada, por supuesto: se sentirá bien, empleará su tiempo libre y no
causará problemas a su relación con el todo social ni a la sociedad
como todo". En
este esquema nada convoca personalmente a los ciudadanos; estos no son
llamados como cuerpo social a nada que los trascienda. En rigor la
sociedad no existe como campo posibilitante de las preferencias de cada
cual. La idea de la humanidad como cuerpo social que se propone fines
carece totalmente de sentido. "De ahí el refugio en la familia
como pequeña tribu o el resurgimiento de lo étnico, la tribu grande,
como restos de sentido o lugares de reunión". Pero este
cultivo en las raíces, sin proyección trascendente, amenaza con
convertirse en un egoísmo colectivo. LO QUE ENCUBRE EL NEOLIBERALISMOSe
tildó al Neoliberalismo de ideológico, porque encubría lo que es:
economía política. Proclamar el fin de la política es su modo de
hacer política. Con esta consigna han conseguido convencer a los políticos
y tomar los Estados, y con ella someten al pueblo al convencerle del carácter
inexorable de sus propuestas. El Neoliberalismo ha sido tremendamente
exitoso como proyecto político. Y la consecuencia de tomar el Estado no
ha sido disminuirlo, por el contrario, lo han empleado a fondo para
cambiar las estructuras, resistiendo tremendas presiones. Y
ni en el aspecto económico lo han disminuido; han retirado los recursos
de la subvención de servicios para canalizarlos al capital financiero,
a la reconversión industrial y al mantenimiento del sistema. Tampoco se
ha abandonado el proteccionismo: la compra de importantes empresas o más
aun de grupos enteros por parte de transnacionales extranjeras es en los
países centrales una decisión política, en el sentido estricto de que
está en manos del Estado, en tanto para nuestros países se predica la
apertura irrestricta, la completa transnacionalización. BIBLIOGRAFÍA AGUIRRE,
José Antonio. La Constitución Económica, en: Cuadernos del
Pensamiento Liberal. Nº 4. Unión Editorial. Madrid. 1986. BALL,
Carlos. Venezuela: el triste caso de un gobierno rico y un país paupérrimo,
en: El Desafío Neoliberal. El Fin del Tercermundismo en América.
A.A.V.V. Grupo Editorial Norma. Santa Fe de Bogotá. 1992 CHURION,
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al alcance de todos. Ediciones Alfadil. Caracas. 1994. FERNÁNDEZ
RUSSO, Omar. Economía para uso de no economistas. Ediciones Alfadil.
Caracas. 1992. GALLO,
Ezequiel. Notas sobre Liberalismo Clásico, en: Reporte. Nº 20. Centro
de Estudios de Economía y Educación, A.C. Madrid. Verano 1992. GÓMEZ,
Emeterio. El Neoliberalismo de Caldera. El Diario de Caracas. Caracas. 3
de Septiembre de 1989 GÓMEZ,
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Mariano. El Mito Liberal. Visión de México. Grupo Editorial Diarios de
América. México D.F. 1987. MANSUETI,
Alberto. ¿Qué es el Liberalismo? Instituto de Estudios Liberales Tomás
Lander. Editorial La Primera Página. Caracas. 1990. |
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