Diciembre de 2004 - Año No. 3 - Edición No. 12

 

 

Contenido

 

 

INICIO
EDITORIAL
Glifosato Vs. Parques naturales
OPINIÓN
 
POLÍTICA
¿El pueblo cubano está preparado para un cambio político?
ECONOMÍA
Globalización y neoliberalismo: señuelos de la modernidad para los países subdesarrollados.
JURÍDICA
Contratos del comercio electrónico y teoría de conjuntos contractuales

FILOSOFÍA

El Utilitarismo, una incoherencia a medias
El compromiso moral
CIUDAD OCULTA
Presentación
El taxista barranquillero
Barranquilla. Un caso de baja autoestima
Mi lindo Quito
 
QUIÉNES SOMOS
MISIÓN
VISIÓN
REGLAMENTO DE PUBLICACIONES
 
PUBLICAR
EDICIONES ANTERIORES
EVENTOS
 
CONTACTO

 

EDITORIAL

 

NAVIDAD SIN NIÑOS QUEMADOS

 

 

Ángela Jiménez Castaño

Trabajadora social. Jefe del área de Ciudad Oculta de la Revista Publiensayos. Barranquilla – Colombia.

 

Símbolo de Paz y alegría, época de regalos y abrazos, de saludos y despedidas, época de disfrute para todos, de descanso y de reflexión, de balances y recapacitaciones, de perdones, es la época mas esperada y mas linda del año en todo el mundo; pero en especial, es la época de las vacaciones donde todos los niños están como plagas en todas partes corriendo, jugando, sudando, experimentando, haciendo lo que mas les gusta, divertirse: esta es una de las estampas mas vistas en esta época de navidad. Niños abriendo regalos, comiendo helados, dulces y refrescos, comprando juguetes, en fin, esta es su época aunque tanto niños, jóvenes, adultos y ancianos nos gozamos esta época, a ellos es a quien mas está dirigida toda la publicidad y todo el mercadeo de las grandes multinacionales. Igualmente, de esta misma manera deberían estar enfocadas las campañas en contra del uso de la Pólvora, a la protección de los niños; claro está que antes que el uso debería establecerse mecanismos claros y sobre todo rígidos a la hora de sancionarse su distribución y venta.

Quiero tocar este tema porque todos queremos una navidad feliz y en paz; además porque a pesar que todavía ni siquiera hemos disfrutado la primera celebración de Navidad como lo es el día de las velitas o día de la virgen de la Inmaculada Concepción, ya se empiezan a presentar victimas -sobre todo niños- por el uso de la pólvora. Es bien doloroso ver como un niño en Barranquilla de solo 7 años queda lisiado de por vida al tener que amputarle sus dedos de su manito por el hecho de manipular un paquete con pólvora en medio de una celebración en el barrio Rebolo (al suroccidente de la ciudad, con altos niveles de miseria y ausencia del Estado). Pero el problema no es si el niño sabe o no manipular este elemento, el problema es que éste debe ser manejado sólo por adultos y personas responsables; y es allí donde todos los adultos y padres de familia debemos estar alerta, pues, aunque en la ciudad ya se han emprendido campañas tanto distritales como de agremiaciones como Undeco, para evitar este flagelo que cada año deja unas cifras muy dolorosas y representativas, tanto económicas como morales, por la victimización de los menores a causa de la imprudencia y la irresponsabilidad de los mayores.

En Colombia, un país que asesina a sus niños, en donde según reporta el Instituto de Medicina Legal, cada 8 horas muere un niño menor de quince años por causas múltiples, como violencia intrafamiliar, venganzas entre familiares, ajustes de cuentas, balas perdidas, sicarios y fuego cruzado entre grupos armados, no podemos permitir que además de ese caótico panorama, de enero a noviembre las cifras crezcan en diciembre con la muerte de muchos niños mas que son llevados a los hospitales y centros de atención con quemaduras de primer y segundo grado; hasta en el 80 % de sus cuerpecitos quemados en la mayoría de los casos, por el uso indebido de la pólvora que en medio de la euforia y el alicoramiento colectivo de adultos irresponsables, a ellos se les permite comprar y manipular.
 

Debe hacérsele un llamado urgente a toda la ciudadanía, a las autoridades responsables de la vigilancia, para que ejerzan severamente los controles y sanciones a los vendedores ambulantes y estacionarios, y a los tenderos que creen que además de incrementar sus ventas gracias a la temporada, están aportando a la felicidad momentánea de los niños, mientras que en realidad solo están aportándo en Colombia el crecimiento de las cifras de violencia y atropello en contra de esta franja de la población, que es una de las mas golpeadas en el país; no queremos ver nuevamente los pabellones de quemados llenos de niños y madres llorosas en vez de verlos felices destapando sus regalos, comiendo dulces y corriendo por todas partes como una plaga maravillosa que se alborota en navidad, y se aplaca en febrero para empezar su época de estudios.

Queremos una navidad feliz y en paz para todos, empezando por los niños.
 

¡FELIZ NAVIDAD PARA TODOS!¢


 

 

     

Ir a  Ediciones anteriores

Suscríbete a publiensayos

Actualizado el: 26 de noviembre de 2005

Revista Publiensayos copyright © 2002-2005. DERECHOS RESERVADOS. Diseño del logotipo: ARTE DIGITAL.

Se observa mejor con I.E. 5.0 de resoluciones 800X600. Escríbale al WEBMASTER