La situación de nuestro país es
demasiado delicada, sobre todo en el campo social, no solo el
conflicto armado aterroriza a los colombianos, la pobreza, el
desempleo, son factores que implícitamente a medida que se van
agudizando conllevan mas violencia e injusticia social.
Las políticas sociales implementadas por el gobierno nacional, no
han sido lo suficientemente eficaces para apaciguar la crisis, o no
se le ha dado la importancia que debería tener. El Departamento
Administrativo Nacional de Estadística (DANE), mensualmente nos
arroja unas cifras donde nos muestra, que el índice del desempleo
cada día está mas bajo, donde la realidad nos demuestra una cosa muy
distinta y cada día hay mas personas en la calle buscando empleo y
otras laboran indignamente en el llamado rebusque, esa si es la
estadística real, no la que nos quieren hacer mostrar para creer que
todo esta mejorando.
Pero estas cifras, en el ámbito político tiene cierta lógica, aunque
no se ajusten a la realidad, ya que el DANE, siendo parte del
gobierno central y su director nombrado por el presidente de la
República, seria absurdo pensar que si estamos en crisis, esta
entidad nos va a revelar las verdaderas estadísticas de cómo está el
país y mas ahora donde al parecer el único objetivo primordial del
gobierno es la reelección presidencial.
Me parece altamente antisocial y violatorio de los postulados
sociales, el proyecto del gobierno central, consistente en gravar
los productos de la canasta familiar con el impuesto al valor
agregado -IVA. Esta iniciativa es preocupante en todos los sentidos,
el índice de pobreza en Colombia es demasiado alto y con la
implementación de este gravamen, los pobres son los directos
afectados, ya que esta medida irracional que busca recaudar mas
impuestos, cercena la posibilidad de estas personas a sobrevivir en
un país, que no ofrece oportunidades de empleo y que con esta
propuesta parece perseguir, a esa clase necesitada, que en vez de
recibir beneficios y contribuciones parece estar condenada a sufrir
necesidades.
Ejemplo claro es el del departamento del Valle del Cauca, donde
diariamente 30.000 niños, se acuestan sin probar bocado por las
noches y de éstos, el 40% asisten a la escuela sin desayuno y
almuerzo. Solo imaginémonos estas cifras a nivel nacional, deben ser
horrorosas, ¿es justa, necesaria y conveniente esta medida para el
país?. A mi parecer, lo conveniente mirándolo desde un aspecto muy
social y humanista, sería que estos productos no deben ser gravados
con este impuesto. El gobierno debe implementar otras alternativas
económicas y tributarias para el recaudo de impuestos, porque no es
justo que los pobres sean los mas perjudicados con la política poco
humana y racional del ejecutivo.
Otro aspecto importante para resaltar, es el sector de la salud
pública, la cual está sumergida en una crisis gravísima, cada día
hay mas hospitales públicos cerrados y los que aún abren sus
puertas, la atención es extremadamente precaria, salarios atrasados
a los trabajadores, falta de equipos, medicamentos, estructura
física etc.
Así las cosas, los pobres ya no tienen derecho a acceder a la salud
pública y mucho menos a la privada porque con qué?. Pero esta
situación es consecuencia de la inexistencia o ineficacia de las
políticas concernientes al sector salud, porque nuestro gobierno
nacional, parece tener otras prioridades en cuanto a la inversión
del gasto público social, ya que ha tenido mas importancia y
urgencia la construcción de batallones de alta montaña,
incorporación de miles de soldados campesinos, la compra de armas y
helicópteros. Por lo contrario la salud publica la esta acabando la
crisis y el gobierno parece hacerse el de la vista gorda. ¿por qué
esa inversión del gasto militar no se implemento en el sector salud
y así calmar por lo menos un poco la crisis?, ¿ o es que es una
estrategia tendiente a privatizar la salud pública?, si esto es así,
las personas pobres ya no tendrán cabida en este país.
A colmo de males y para agravar aún mas la crisis de la salud
pública, abandonada por el estado, es el actuar de los funcionarios
corruptos, que administran los hospitales y centros de salud
pertenecientes a la red de salud pública, la que ha colaborado a
empeorar la crisis, como es el del mencionado caso de las
Administradoras de Régimen Subsidiado -ARS, donde los directos
perjudicados son nuestros indígenas, si es así para dónde vamos? Si
el Estado no toma en serio la salud pública y además la corrupción
esta en su máximo esplendor, qué podemos esperar?, y es que no se
trata de ampliar la cobertura del Sistema de Beneficiarios del
Régimen Subsidiado (SISBEN) y tener mas afiliados a la red pública,
claro que es muy importante, pero debe prevalecer la inversión y
recuperación de los hospitales. No sería viable ampliar la cobertura
y no tener la capacidad y los elementos necesarios para atender a
los afiliados.
Pero como colombianos que somos, debemos ser optimistas y tener
mucha fé que saldremos adelante, eso, si se implementa una seria y
extensiva política social, que abarque a todos los sectores
necesitados y se pueda vivir mejor y con dignidad, como persona, me
duele lo que esta ocurriendo en nuestro país, ojala el estado fiel a
la constitución, tome conciencia de la situación que estamos
atravesando y podamos construir un mejor mañana.