Abril de 2003 - Año No. 1 - Edición No. 4

EDITORIAL

NO A LA INTERVENCIÓN MILITAR DE EEUU.

Roberto Jesús Camargo Payares
Estudiante de Derecho y de Economía. Universidad del Norte y Universidad del Atlántico. Director revista publiEnsayos®. Barranquilla - Colombia.


Donde no entra el FMI y el Banco Mundial, órganos neoliberales devastadores de los países pobres, el ejército Yanqui lo hace entrar.

Quiero aprovechar esta oportunidad para referirme a la guerra en el Iraq. Pueblo subsumido en una guerra tras otra. Golpeado por el puño de la tiranía y el absolutismo, que ahora como lo dice Rumsfeld, se encuentra “liberado”. ¿Será que no le da vergüenza decir eso? Está bajo la “protección” de la democracia. Pero ¿Qué será libertad para el Gobierno Bush? O ¿qué ofrecerá mas libertad, la tiranía de Hussein o el Imperialismo Yanqui? No se es libre cuando se en esclavo. Y los iraquíes salieron de la esclavitud tiránica, para terminar esclavos del neoliberalismo imperialista.

¿En qué consistirá el capitulo siguiente del ordenamiento internacional? La organización de las Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad no tienen igual respeto, confianza y autoridad que tuvieron al comienzo del conflicto, cuando aparentemente tenía la decisión de intervenir Irak.

Los tratados internacionales que regulan las intervenciones militares, décadas de estudio, análisis, la consecución de una seguridad jurídica internacional y el avance del control a las naciones arbitrarias, imperialistas se fueron a la basura.

La intervención al Irak fue un acto arbitrario de los Estados Unidos, y la permisión de éste fundamentalmente de la ONU, y  por la mayor parte del mundo, a excepción de Francia, Rusia, Venezuela, Cuba, entre otros, fue una demostración de ineptitud, incapacidad y sumisión para oponerse diplomática y militarmente a los imperialistas.

¿Dónde están las armas de destrucción masiva? ¿Por qué no las han encontrado? ¿En Iraq? No creo. Pero ¿por qué erradicar las armas de destrucción masiva en donde no se tiene certeza que existen?

Ahora es Siria. El gobierno norteamericano empezó denunciando la colaboración del gobierno sirio a soldados iraquíes con mascaras antigases; después enviando efectivos sirios a unirse a las filas iraquíes; y ahora, acusándolos de tener armas químicas.

Pero EEUU e Inglaterra, aclaran que no son los próximos en la lista. No, esto es lo último. ¿Es que hay una lista de países a invadir? Y ¿quién les ha dado el derecho a ellos de decidir por los demás? ¡¿Quién se han creído?!

Basta ya la hipocresía. La esencia de la intervención a Iraq y a los siguientes en la lista, no es libertador, ni mucho menos de seguridad nacional. Es un interés económico. O entonces que es lo que pasa con las armas de destrucción masiva que tiene Israel, porque ya se sabe con certeza, el número de cabezas nucleares en el Negev. O el tono bélico que tiene el Gobierno de Pyongyang, con su pública reactivación de los programas nucleares, la expulsión de los dos inspectores de la OIEA, y el retiro del tratado de No proliferación de Armas químicas.

El mundo entero se debe oponer a la mala intención imperialista de los norteamericanos. Donde no entra el FMI y el Banco Mundial, órganos neoliberales devastadores de los países pobres, el ejército Yanqui lo hace entrar.

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