EL CENTRO DE BARRANQUILLA
Ángela Jiménez Castaño
Trabajadora social
Tengo recuerdos de infancia, por allá en Medellín en la década de
los años 60, cuando siendo una niña escuchaba a mis tías que apenas
me llevaban 7 y 8 años cada una y éramos amigas de juegos de
infancia, Luz Nelly y Marta Elena, decir -chao amá-, -no nos
demoramos-, y mi abuela Berta las miraba con rigidez y les decía
-¿se puede saber para donde van las señoritas?- A lo que ellas muy
emperifolladas y oliendo a desodorante Lander y a polvo facial
Coqueta, decían –ay, ya venimos vamos a ‘juniniar’.
Y es que para Medellín Junín es lo que para Barranquilla es el Paseo
Bolívar. O más conocido como el Camellón Abello. Lo que no sé, es
como diríamos acá en Barranquilla si fuésemos a pasear por este,
será... Vamos a paseo boliviar?
Bueno como se diga no importa, lo que yo quiero resaltar con esta
nota es que muy pronto podremos volver a repetir esa agradable
experiencia de pasear por el Paseo Bolívar no únicamente para ir a
Miami, o al Shoping Center a comprar ropa barata y mercancía de
importación, que es una buena alternativa y nos brinda una gran
variedad, o a la Alcaldía a reclamar o a llegar a unos acuerdos de
pago de los impuestos que todos los años nos llegan mas caros y no
nos alcanza el dinero. O cuando nos toca llegar a Paseo Bolívar con
La paz (carrera 40) a buscar los repuestos para el abanico Sanyo, la
licuadora Osterizer, o el caucho o la válvula para la olla a presión
Imuza, o llegar a Paseo Bolívar con la carrera 41 (Progreso), del
costado frente a la Iglesia de San Nicolás a comprar los libros de
segunda, las flores artificiales para el cementerio o para arreglar
los floreros de la casa, o los utensilios de cocina modernos y
tradicionales que solo allí se consiguen, pues por muy moderno y
variado que sea el surtido del Vivero Buenavista, Sao 93 o de la 53
con 46, Homemart, Carulla, o el próximo a abrir sus puertas Carrefur,
allí no vamos a encontrar la caldereta para calentar las arepas, ni
el embudito para reenvasar el aceite en frascos pequeños y así
rendirlo mas, el cepillo para descamar los bocachicos y las mojarras
en temporada de Semana Santa, y mucho menos el chocorito para
calentar achote y echarle color a los espaguetis y a los guisos, y
la olla de peltre para hervir el agua, y el molinillo de madera y
alambre para batir el chocolate, y el mortero para machacar el ajo,
y poder llegar donde el hierbatero al costado de la Iglesia de San
Nicolás frente al edificio del mismo nombre “Paseo Bolívar”, que nos
vende todo para la gripa de los pelaos, la sinusitis, el remedio
para los entuertos de las recién paridas, la rasquiña o jasa jasa,
el menjurje para acabar con los piojos que los pelaos traen de el
colegio.
Y hasta el frasquito de queréme para los y las que todavía creen que
por allí es la cosa ¿o no?
Para dicha de todos los barranquilleros, primero que todo, y los que
habitan esta bella y acogedora tierra, cachacos, paisas,
bumangueses, caleños, chocoanos, pastusos, opitas, llaneros,
costeños en general y extranjeros, pronto podremos volver a caminar
de la mano de nuestros hijos, novios, esposos, amigos, amantes,
compañeros o en compañía de quien queramos en plan de caminata, de
paseo dominical o sabatino, o cualquier día de la semana por la
tarde o por la mañana, pues esos son los vientos que se ven venir
con los nuevos proyectos de desarrollo que se están generando en el
centro de Barranquilla y que se reflejan de primero en el Camellón
Abello o Paseo Bolívar.
El Parque Cultural del Caribe, obra auspiciada por el Ministerio de
Cultura y por el Gobierno Nacional y Departamental y que camina
viento en popa le dará una reactivación enorme a este deprimido
sector; será como una bocanada de aire fresco, de esos que se
sienten en Barranquilla cuando llegan los vientos alisios, y nos van
anunciando a su vez que nos preparemos pues se avecinan los
carnavales, y esos vientos todos los recibimos con ansiedad y
satisfacción, y eso es lo que traerán estos proyectos a la ciudad,
satisfacción, desarrollo y progreso, muestra de esto es la avalancha
de almacenes y comercios que se han abierto a lo largo y ancho del
Paseo Bolívar con la gran expectativa de la reactivación que traerá
al sector todos los planes que a largo, mediano y corto plazo se
están gestando.
Para empezar, el centro comercial que queda en el antiguo edificio
de la Federación de Cafeteros esta cogiendo fuerza y hoy día es
visitado por propios y extraños, y allí encontramos almacenes
especializados en todo para celulares, alimentos, licores
cigarrillos y mercancía en general.
Mas adelante en la intercepción que se hace de Paseo Bolívar con la
carrera 45 (Líbano), al costado del viejo y destartalado edificio de
la caja agraria, encontramos el Centro Comercial El Rió. Un viejo y
abandonado edificio que llegó a ser guarida de maleantes y
drogadictos cuando llegó a su estado máximo de deterioro y abandono,
a medida que este sector se deprimió, pero que en sus mejores
tiempos fue un reconocido almacén de la ciudad, allí funcionaba
Peláez Hermanos, almacén especialista en repuestos y llantas para
carros y cuya razón social aun hoy existe pero ya en otros sitios de
Barranquilla y cada uno administrado por alguno de los hijos del que
fue pionero en esta línea de almacenes en la ciudad. Si mal no
recuerdo el señor Peláez era paisa que se quedó en Barranquilla con
todos sus hijos, haciendo real la frase de que Barranquilla se
parece a una casa de empeño, ¿por qué? Porque el que se queda seis
meses, no se vuelve a ir. Y eso precisamente me paso a mí y a muchas
personas que hoy la habitamos y la queremos como nuestra.
Pero hoy el Centro Comercial El Rió, es un faro que ilumina el
camino para otros optimistas, gracias a la confianza de algunos
inversionistas que creen en Barranquilla y le apuestan que con
optimismo y positivismo sí se puede y hoy este centro comercial
refleja de a poquito lo que va a llegar a ser el Centro de
Barranquilla, cuando además de los comerciantes cachacos y algunos
costeños, y la comunidad en general empecemos a creer en nuestra
ciudad y en su recuperación desde todo punto de vista.
El Centro Comercial El Rió está de cara a la Calle 34 Paseo Bolívar,
entre la carrera 45 Líbano, y 45 B que es la prolongación de Paseo
Bolívar y además está con un frente también para la calle 30 frente
al caño, que hoy también tiene otra cara, allí se ven almacenes de
ropa, zapatos y variedad de productos nacionales y americanos que
nada tienen que envidiarle en surtido, calidad y atención a los
almacenes del norte de la ciudad, esto invita a visitar el sector y
a ayudar con nuestra presencia a la reactivación de esta zona
comercial y tradicional de la ciudad.
Yo me transporto a todo lo largo y ancho del Paseo Bolívar y me
imagino en un futuro cercano este paseo con la carrera 38 hasta la
carrera 39, exhibiendo la gran variedad de muebles tubulares la cual
se ha apropiado de casi esa cuadra volviéndolos especialistas en el
ramo.
Ojalá volvamos a ver la antigua Galería Real atiborrada de
mercancías y de compradores como en otras épocas por allá entre los
años 80 y 90, donde por tradición se volvió costumbre comprar allí
los ajuares para bebe, pues allí habían almacenes especializados en
lencería y artículos nacionales e importados para niños, allí se
compraban las ollas para los teteros, los esterilizadores, y todo en
pañalería, los famosos pañales kiuiriti ,los teteros gerber, los
entretenedores, los rasca encías, los cascabeles, los móviles para
las cunas, y muchas cosas mas… esto tiene que volver a florecer, con
la confianza de los comerciantes y sobre todo de las personas que
lleguemos hasta allí a comprar con toda confianza.
También está el centro comercial de la calle 34 con carrera 40 (La
Paz), Multitiendas que en sus mejores tiempos se especializó en la
venta de abanicos de todas las marcas y electrodomésticos, y en la
época de diciembre vendía todas las bicicletas y patines que el niño
dios dejaba a los niños de esta soñadora ciudad donde hoy
afortunadamente muchos aun creen que el niño dios trae los regalos.
Si la inocencia no se perdiera, fuéramos más felices.
Compitiendo este centro comercial a la par con el Almacén Arbar
especializado en bicicletas y Ciclo Martínez, que bueno volver a ver
este espectáculo.
Bueno y así como el Paseo Bolívar para empezar, yo espero que todo
el Centro de Barranquilla desde la calle 45 murillo hasta la calle
30 (calle de las vacas), y de la carrera 38 (avenida de los
estudiantes), hasta la avenida Olaya herrera (carrera 46), un día
muy cercano, sea para uso y disfrute de todos los barranquilleros y
todos los que de alguna manera amamos y nos beneficiamos de esta
bella ciudad eso espero yo y me imagino que usted: señor(a) lector(a).
También anhela volver a ver.
Lo invito a que se exprese por el bien de Barranquilla y de los que
aun la queremos y creemos en ella.
angelajimenez2002@hotmail.com